Palabras Claves: reflexión, cambio, transformación, ficción

Hace mucho tiempo había un niño, al que le gustaba escribir cuentos.  Este niño aprendió a escribir desde muy pequeño casi desde los 4 años, hasta los 7 años escribió sobre fantasía, sobre hadas, sobre duendes, porque su creencia era que el mundo era bueno.  Sin embargo, algo no le parecía correcto, empezaba a descubrir que sus padres tenían discusiones, que sus hermanos mayores peleaban y a pesar de que estaba hablando de duendes, fantasía y que el mundo era bueno, empezó a sentirse un poco perdido.

De los 7 a los 14 años escribió muchas cosas desarrollando su imaginación, de jinetes mágicos, de caballos con alas, porque él estaba hablando de que el mundo era bello. Él quería decirle a la gente de que el mundo era bello. Sin embargo, ahora veía en televisión, en las películas, que había mucha violencia, muerte y dolor en el mundo.

De los 14 a los 21 este niño escribió sobre la verdad, el mundo es verdadero. Entonces ante la verdad muy dura, que era dolor, muerte, asesinato; simplemente dejo de escribir.

Muchos años se dedicó al mundo verdadero, a trabajar, a montar un negocio, a formar una familia. Pero se olvidó de sí mismo, y escribir se volvió parte de su pasado.

Pasando un tiempo ya era un adulto, cuando un día que fue a recoger a su hijo a la escuela, vio a un anciano contando historias a sus nietos y se acercaban también otros niños alrededor del anciano y sintió nostalgia. Se quedó viendo al anciano como contaba cuentos, sonrió, se quedó embelesado y sintió que algo se removía en su interior desde sus entrañas, incluso sus ojos se le llenaron de lágrimas. El abuelo se voltio, al verlo, se dio cuenta de lo que estaba pasando. Lo que estaba pasando, es que recordó los años de cuando el escribía historias; y el abuelo quiso ayudarlo, fue a un armario, saco un libro y se lo regalo. El libro decía en la portada, Todo lo que sabemos sobre la vida. Se entusiasmó mucho por el título, pero al abrirlo, se dio cuenta de que estaba en blanco, no había ninguna hoja escrita, en ese momento se dio cuenta del mensaje del anciano.

La oportunidad para volver a retomar su historia en ese libro y el mensaje de que todo lo que sabemos de la vida se puede modificar. El anciano antes de marcharse le dijo – Siempre hay tiempo para crear la historia de la vida que deseas.

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