Palabras Claves: reflexión, ego, inteligencia emocional
El auditorio estaba lleno, las personas expectantes y el escenario sobrio y sencillo. Estaban esperando las palabras de un gran maestro oriental. Un poquito después de la hora programada, presentaron al maestro, quien caminó lentamente hasta su asiento con su túnica naranja y color vino, con una bellísima sonrisa en el rostro.
Saludó a los presentes en un pobre español, se disculpó por no contar con más palabras en nuestra lengua y dijo que por eso su enseñanza sería breve.
“Ego grande, sufrimiento grande” y se quedó sonriendo en silencio.
“Ego pequeño, sufrimiento pequeño” dijo después de unos momentos.
“No ego, no sufrimiento” guiñó el ojo y la sonrisa se hizo aún más grande.
